viernes, 2 de marzo de 2012

Probando Windows 8 Consumer Preview

Para dejar las cosas claras desde el principio: en el trabajo uso Windows porque no tengo elección. En casa si la tengo y uso Linux.

Esta semana, en el MWC 2012, Microsoft anunció que liberaba la versión beta, o consumer preview como ellos la llaman, de Windows 8. Antes de esta habían liberado una "alpha", "pre-beta", o developer preview en Microsoftés. La versión developer me la descargué, pero no llegué a probarla.

La que si he probado es la "consumer". Como no tengo un ordenador de pruebas con un par de gigas de RAM, 40 Gb de disco duro, tarjeta gráfica de chopocientos GHz, etc, la he instalado creando una máquina virtual en VMWare Player 4 y pico.

La instalación tiene su truquillo: si seleccionas Windows como el sistema operativo guest al instalar, te pedirá un número de serie que te da Microsoft en la página donde descargas la imagen ISO. El problema es que la instalación, al llegar al punto en el que se supone que debería usar ese número de serie, da un error y entra en un bucle de reinicios. No voy a culpar ni a Microsoft ni a VMWare por esto: sencillamente en la configuración de la máquina virtual deja seleccionar como guest hasta la versión 7. No cuento esto como fallo.

Para instalarla, seleccioné "Other" como sistema operativo. Aquí acepté los valores por defecto para la máquina virtual, pero toqué la RAM y el tamaño del disco duro. La RAM porque me ofrecía 256 Mb por defecto (¡¿?!) y al parecer W8 necesita un mínimo de 1 Gb, que es lo que puse. Para el disco duro, fui generoso: 60 Gb.

La instalación no es ni complicada, ni excesivamente rápida, ni excesivamente lenta. Aparte de pedir el número de serie, el idioma y el usuario principal, no necesita nada más que tiempo y algún reinicio. Me gusta como lo han hecho: pedir los datos al principio y luego instalar del tirón.

Una vez terminada la instalación te das cuenta de lo que han fabricado: un sistema operativo para tablets o móviles que se puede ejecutar también en un ordenador sin pantalla táctil, pero con menos gracia. Es como usar un Windows Phone en pantalla grande. Y si pulsas la opción "desktop" la pantalla se transforma en un Windows 7, más adecuado para trabajar en un ordenador no-táctil, pero sin el botón con el menú de aplicaciones.

Al intentar conectarme a internet, me di cuenta que tenía un problema: no se habían instalado los drivers de la tarjeta de red. No aparecen por ninguna parte: ni en el disco duro, ni en el disco de instalación. Como ya tengo algo de experiencia con VMWare, pensé en instalar las VMWare Tools que, entre otras cosas, instalan en el guest los drivers apropiados para el hardware que se está simulando. Descargué las Tools para "Windows 2000 en adelante" y las instalé. Al principio todo parecía ir bien, hasta que llegó el momento de instalar los drivers de la tarjeta gráfica. En ese momento, la pantalla hizo un par de parpadeos (normal, pensé) y luego se quedó en negro.

Esperé un tiempo prudencial, por si tenía que terminar de instalar algo o si se recuperaba una pantalla "normal", pero la espera fue en vano. Cuando me cansé, envié un CTRL-ALT-DEL a la máquina virtual. Pareció que iba a funcionar, pero lo único que conseguí fue que la pantalla cambiara de negro al verde oscuro que había elegido como fondo. Finalmente, reinicié la VM.

Al reiniciar todo volvió a donde estaba: mi pantalla negra que se volvía verde si enviaba un CTRL-ALT-DEL. Como el sistema había quedado inutilizado, borré la máquina virtual y hasta aquí llega mi experiencia con Windows 8. Lástima que no haya podido probar el Visual Studio 2011 que me había descargado también de la página de Microsoft.

Resumen: en mi opinión, Microsoft tiene muy claro que dentro de unos años todos los ordenadores tendrán una pantalla táctil. Pantallas que se deslizan, pocas opciones en pantalla, con letras gordas y mucho espacio entre unas opciones y otras. Huele de lejos a pantalla táctil, tanto que te dan ganas de soltar el ratón y poner los dedazos en la pantalla, aunque sepas que no va a pasar nada. Se nota que les ha molado la interfaz de Android/IPhone/IPad. Por otro lado, también les ha molado la idea de Market/ITunes que ya habían copiado en Windows Phone. No he llegado a probarlo por los problemas de red, pero los accesos que hay en la pantalla principal dan pistas muy claritas.

Conclusión: sigo con mi Arch Linux. Y al que le guste Windows 8, que pruebe Ubuntu que parece que tienen la misma visión de futuro con pantallas táctiles.